El cueto de San Bartolo, con sus 1.322 metros de altitud, constituye junto con el pantano una de las grandes atracciones que ofrece esta zona.
Sirvió de atalaya privilegiada para el control de caminos que comunicaban El Bierzo, La Cepeda, La Ribera y El Páramo, e incluso Asturias, Cantabria y Galicia y fueron la Orden religioso-militar de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén los que llegaron en 1192 dejando el lugar alrededor de 1870 quienes erigieron una iglesia con patronato de los pueblos cercanos. La iglesia ardió sospechosamente y los hospitalarios edificaron nuevos edificios que pasaron a su propiedad fundando la Encomienda de San Bartolomé de Peña Cueto.
Hoy en día, todavía podemos observar las ruinas de los edificios que construyeron los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén. Y muy cerca de allí también encontraremos el pozo de agua donde al parecer se surtían, ya que era su único y vital recurso acuífero.
El camino más corto para acceder a él es desde Villameca por una pista asfaltada, pasando al lado de La Degollada, pradera de donde dicen se libró una batalla con victoria de los cristianos, aunque también podemos acceder a pie por la vertiente este, siendo algo más largo este trayecto. No obstante, en nuestro caso, comenzaremos la ruta desde el pueblo de Villameca, ascenderemos al punto más alto del cerro (1.322m) y después de visitar las ruinas y el pozo de agua volveremos a descender hasta Villameca.
Sirvió de atalaya privilegiada para el control de caminos que comunicaban El Bierzo, La Cepeda, La Ribera y El Páramo, e incluso Asturias, Cantabria y Galicia y fueron la Orden religioso-militar de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén los que llegaron en 1192 dejando el lugar alrededor de 1870 quienes erigieron una iglesia con patronato de los pueblos cercanos. La iglesia ardió sospechosamente y los hospitalarios edificaron nuevos edificios que pasaron a su propiedad fundando la Encomienda de San Bartolomé de Peña Cueto.
Hoy en día, todavía podemos observar las ruinas de los edificios que construyeron los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén. Y muy cerca de allí también encontraremos el pozo de agua donde al parecer se surtían, ya que era su único y vital recurso acuífero.
El camino más corto para acceder a él es desde Villameca por una pista asfaltada, pasando al lado de La Degollada, pradera de donde dicen se libró una batalla con victoria de los cristianos, aunque también podemos acceder a pie por la vertiente este, siendo algo más largo este trayecto. No obstante, en nuestro caso, comenzaremos la ruta desde el pueblo de Villameca, ascenderemos al punto más alto del cerro (1.322m) y después de visitar las ruinas y el pozo de agua volveremos a descender hasta Villameca.
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Desde lo alto podemos divisar unas fantásticas vistas de la Cepeda y el pantano de Villameca e incluso, con unos prismáticos, podemos llegar a ver Astorga.
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