Breve información y descripción de la Iglesia parroquial de Los Barrios de Nistoso

La parroquia de Los Barrios de Nistoso la componen tres pequeños núcleos de población, o barrios, llamados Villar de Nistoso, Nistoso y Tabladas.

La Iglesia parroquial es un edificio ubicado fuera de las zonas urbanas de los barrios. Puede tipificarse dentro del grupo de sencillas iglesias rurales, erigidas en pequeños pueblos con pocos habitantes y escasos medios económicos, denominada arquitectura religiosa popular, que más bien que seguir estilos específicos responde a motivos y razones culturales, tradicionales y locales.

La parroquia de Los Barrio de Nistoso es una edificación con planta rectangular, dividida en dos tramos, por el arco toral; la nave general (rectangular) y el cabecero, o capilla mayor, o presbiterio (cuadrado), más ancho y de mayor altura, respondiendo a la mayor importancia y rango de culto y a la disposición de paramentos más capaces para acoger el retablo mayor del templo.

Esta iglesia (orientada hacia el oriente, como suele ser tradicional) lleva adosada, al lateral sur cabecero, la sacristía, y a lo largo del mismo lateral sur de la nave van adosados una pequeña dependencia para recoger objetos de la iglesia y el portal, cubierto y en parte cerrado, que protege la puerta de acceso a la iglesia, y termina con el clásico osario y escalera de la torre. Torre que va dispuesta a los pies de la nave general, en forma de espadaña del tipo “parietal”, con tres cuerpos: base, campanil y ático triangular, con laterales rectos, dos vanos para las campanas, fábrica de mampostería careada de muy pobre calidad, y sus correspondientes complementos de balcón del campanil, escalera exterior en dos tramos, barandillas metálicas y veleta de hierro forjado. Solución menos técnica y menos costosa, promovida por cistercienses y franciscanos a partir del siglo XIII.

Las fábricas de la nave son de mampostería vista, muy ordinaria, con mortero de barro y rejuntado de cal y arena al exterior. En el cabecero de la mampostería es de buena calidad, con mortero de cal y arena, piedra del país y con sencilla labra en las piedras esquineras, de cercos de huecos, hornacinas interiores, arco toral y columnas adosadas en que se apoya y en las cornisas. La puerta de acceso va dispuesta con arco (impostado) de medio punto y apoyado en jambas que terminan en sencillo capitel de tendencia medieval.

La cubierta es una sencilla armadura de madera dispuesta en dos faldones, de ancho desigual (el faldón sur continúa cubriendo el porche) en la nave general; con cuatro faldones en el cabecero y tres en la sacristía. Rematada con pizarra del país, a granel (menos la sacristía) y los correspondientes tratamientos especiales en limas y encuentros.

En el interior, los suelos son de tarima y baldosa prefabricada. Los paramentos, enfoscados con mortero de cal y arena y mampostería vista y rejuntada, en la torre. Los techos los forman las armaduras de la cubierta. Las carpinterías son de madera, menos la reja que cierra el acceso al portal, de hierro forjado.

No es fácil interpretar este edificio dado que ha sufrido reformas y ampliaciones y se carece de información documentada hasta el siglo XVIII. Una detenida observación de las fábricas lleva a concluir que la nave general es la parte más antigua (tal vez la primitiva) del edificio. Que, incluso, no tenía esta edificación más pretensiones que ser una mera capilla “votiva”, de carácter privado. La inscripción que ofrece una piedra del paramento exterior, sur, de la nave, puede avalarlo. Dice:

“JHS I MARIAE - ESTA CAPILLA HIZO – A SU COSTE JUAN MARTÍNEZ CURA – AÑO 1672 AN…”.

La documentación parroquial comienza a ofrecernos datos de este edificio a partir del año 1736, en que se contabilizan gastos de atención ordinaria en cubierta, campanas etc. Puede afirmarse que toda la obra del cabecero, sacristía, etc., se realizó en el siglo XVIII, con piedra del país (canteras de Villagatón); por maestros gallegos (de Pontevedra). ¿Se hizo todo nuevo o, solamente, se elevaron muros y se colocó nueva cubierta?

Como es lógico, en una zona de clima muy duro durante el invierno, de difícil acceso, con varios edificios religiosos (hasta cinco: tres iglesias y dos ermitas); con varios periodos de relativo abandono, etc., se han hecho obras de reparación con mucha frecuencia, hasta principios del siglo XXI, Aún carece de servicios tan importantes como energía eléctrica, agua corriente y alcantarillado, aparcamientos, etc., aunque sigue ofreciendo hermosas vistas panorámicas y floridos entornos primaverales.

Es evidente que la Iglesia es el edificio más emblemático de los tres barrios que constituyen la parroquia de Los Barrios de Nistoso y se considera como el punto de encuentro y lazo de unión de los tres barrios. Está asentada en un pequeño relieve, a mitad de camino entre los barrios de Villar y Nistoso. Ligeramente elevada, como un centinela perenne, intercesor de las protecciones divinas y oferente de las súplicas y ruegos de los creyentes.

Es obligado destacar la extraordinaria importancia que tiene el edificio de esta iglesia parroquial como contenedor de un valioso patrimonio artístico: retablo mayor de la segunda mitad del siglo XVIII, rococó, de 650x570 cm, con valiosas tallas de Santa Marina, Santa Ana con Niña, San Andrés, San Antonio y San Sebastián. Retablos laterales de la Virgen del Rosario, siglo XVIII, un Calvario con Crucificado del siglo XVIII, San Juan del siglo XIV y Dolorosa del siglo XXI. No falta una buena colección de piezas de orfebrería (cruz parroquial, custodia, cálices, copones, vinajeras, etc.)

Obligado, también y con pena, afirmar que la retablística y escultura de este patrimonio (a excepción del Calvario) se encuentra en un estado de conservación lamentable y verdaderamente preocupante (en algunas piezas, prácticamente, irrecuperable). La parroquia de Los Barrios de Nistoso, muy despoblada y con absoluta carencia de medios económicos no puede afrontar la urgente atención que el patrimonio artístico de su iglesia necesita. Por eso el alma de los fieles de Los Barrios de Nistoso llora y lamenta la grave enfermedad de su patrimonio artístico.

La Iglesia de Santa Marina en 3D:
 

Fragmento del libro "BEATO SEGUNDO DE SANTA TERESA

Segundo García Cabezas" 

 de Don Francisco Blanco Serrano